Lo prometo, ya me voy a dormir

a ver, repasemos esto,,,, son las 2 y media de la madrugada
y hace más de una hora prometí irme a dormir
pero mis manias de trasnochadora no me lo permiten
mis ideas que giran y giran y giran no me dejan
el imaginarme en otro lugar, en otro tiempo, con alguien más (ya todos a esta altura sabemos con quien)
el pensar más friamente eso que me imagino y que toda la piel se me ponga de pelitos parados, como gallina
el saber que mañana mis ojeras andaran por la altura de mi ombligo, y que me voy a dormir en la mitad de la clase, y ni eso, ni el saber que decidi dormir con vos, ni eso hace que me quiera acostar en la cama que tengo al lado, abierta, así se ve más tentadora
ni la mejor almohada que jamas haya visto nadie termina de convencerme
y no, sigo pensando, recapitulando, viendo mis incoherencias, mis bobaliconadas,,
pensando
y pensando que capaz mi vida no esta tan armada como quisiera
que quizas solo quizas, solo suture la parte externa, todavía me quedan dando vueltas por ahí las cosas, sin lugar fijo, sin dejar de moverse, peleandose entre ellas. Mis ideas, con mis sueños, mis deseos, y mis pesadillas
y es así que cuando algo pasa me quedo con la cara de asustada, con la mirada en otra parte, auque pareciera que estoy mirando a los ojos a lo que enfrento. Y si pienso, si pense, que estaba con los pies en el piso me equivoque. Porqué sino como se explica la sonrisa inconciente, esa sonrisa sin sentido que se me pega en la cara cada vez que imagino esa idea que aparecio hace un tiempo; largar todo y salir a volar por los aires. Calzarme el uniforme de azafata y no vivir en ninguna parte, sino en todos lados.
Y ahí, en ese momento tu imagen aparece, mirandome en mis pensamientos sin entender nada, con esa carita que demuestra tu interés, tus ganas inconclusas de entenderme, es en ese instante en que bajo de mis delirios de azafata, y me acuesto junto a vos, en camas separadas, con 16 kilometros de distancia, con dos horas de diferencia, y ahora mi sonrisa si tiene sentido.

... y la Maga vio su cara contra la suya, los ojos que la miraban entre las lágrimas. Se besaron al revés, ella hacia arriba y él con el pelo colgando como un fleco, se besaron, mordiéndose un poco porque sus bocas no se reconocían, estaban besando bocas diferentes, buscándose con las manos en un enredo infernal de pelo colgando.....