Si te vas, los árboles del parque
seguirán creciendo, pasará este otoño.
Se unirán dos nuevas soledades,
se dirán mentiras, seguiremos locos.
En el Metro sonrire dormida camino de clase
y como siempre quizás llegué tarde.
Seguiré cerrando bares y recuerdos.
No aprenderé nunca a retirarme a tiempo.
Dormiré en la calle, besaré otros fuegos.
La ciudad en tu ausencia seguirá creciendo,
devorando vidas, haciéndolas humo.
Otros cumplirán los planes que trazamos,
que no terminamos, haciéndolos suyos.
Seguire llorando en algunos cines,
olvidando todo aquello que aprendi.
Nacerán mil niños y nuevas canciones,
y quizás alguno, quizás, lleve tu nombre.
Nuevos simulacros, nuevas confesiones.
Si te vas, los árboles del parque
seguirán muriendo y también mi fe.
Seguiré olvidándome las llaves
al salir de casa,
y quizá en tu piel
haya quien esconda allí su cansancio,
todos sus temores, o quizás sus labios.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando,
que quizás las cosas no nos cambien tanto.
Tantas, tantas cosas.
Pero si te vas, estos días serán
esa sucia y vacía franja de playa
que queda cuando tú te has ido,
cuando el mar se aleja y la marea baja.
Yo estaré cansada y quizás más vieja,
maldiciendo estos días muertos.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando,
que quizás las cosas no nos cambien tanto.
Tantas, tantas cosas.
domingo, 20 de enero de 2008
viernes, 11 de enero de 2008
miércoles, 9 de enero de 2008
Así estamos
¿Qué hiciste por vos hoy? Nada, respondí.
¿Y de quién fue la culpa? Mía, entendí.
Y una lágrima por enésima vez rodo por mi mejilla
¿Y de quién fue la culpa? Mía, entendí.
Y una lágrima por enésima vez rodo por mi mejilla
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